Susana Szwarc

poemas.ar

Dedicatoria o el secreto -  Susana Szwarc

Tal vez el dedicado

descifre adentro/afuera

el tiempo espacio

no vacío /su lugar.

El rabino-maestro, dice cuarenta años

apenas pasaron

se escuchan los gritos.

Respira, se le acomoda el sombrero

trato de entender: ¿Cuarenta años,

los del desierto? ¿Cuarenta, el comienzo

de la guerra? ¿Cuarenta, qué?

Una densidad crítica, oscilante, pegajosa.

-Los gritos, ¿de quién?-reclamo.

El rabino aclara como un mantra:

losgritosdecadatorturado

(No respiró, dijo las letras con una sola voz, los ojos vidriosos.)

Sobre el vidrio del recuerdo él vuelve hacia su amiga-vecina

su hermanito empujado hacia la calle hasta dónde...

no se ve más.

Vuelve al recuerdo: las manos de los padres, de la hermana estirando

estirándose sus siete años. Trece, veinte, treinta, cuarenta años

cuando escuchamos los gritos que no dejan de

escucharse por toda la escuela.

Como un resbalón pasó el tiempo y suenan el timbre los gritos

de alegría irradian sobre el ojo vidrioso, el otro ojo se derritió.

Una fuerza no separable del poder de ser afectado.

-Aprovechan: los chicos creen que no estoy y hacen

un tararám y suena el timbre.

Sacude el libro la cabeza camina el patio y ríen: los ojos nuevos.

Nos fuimos

a lugares distintos.

Y camino, la cabeza baja como para no tropezar huesitos, despacio.

La piel de gallina. Si patino sobre un hielo filoso

me salva la velocidad. Si abro los oídos no me salvo.

Se escuchan los gritos, nítidos. ra dolor palabra muda. No hablar

no hablar no hablar. Empieza a sangrar.

Roja la gota salpica la mirada, los pies.

Un tubo en la nariz.

-¿Quién

sangra?-, te digo.

La nariz es un tubo rasgando el olor viejo, agrio el olor

de la meada

(llegaste como un hada, decís)

qué sed adentro/afuera.

¿Quién no ve quién no escucha no palpa no huele no roza no imagina no sabe?

El rabino no dijo Auschwitz. ¿La mayor de todas las imperfecciones es

el no existir?

Y es otro el chiste, el grito

resuena en curvatura, zigzagueante.

El grito es un cuerpo que levanto con la mano.

No pises los huesitos.

(Tu nariz)