¡Tantos sueños, sin credo naufragaron
por no explorar la luz de un solo sueño
del que poder hacerse amigo y dueño,
que mostrando su espina se esfumaron!

En medio de la nada que dejaron,
roto, desalentado y pequeño,
se abandonó al azar sin nimio empeño
y esquivos los anhelos claudicaron.

Cuando sin fe se escarba en la alegría,
echan raíz profunda en la tristura
abrojos de baldío sentimiento.

El precio de la vana fantasía,
si omites una chispa de locura,
al contado se paga en el momento.